PALABRA MÁGICA 52
Harry Potter nos ha dado un montón de lecciones, y eso es algo innegable. Independientemente de lo que opines acerca de su polémica autora, el niño mago es ya parte de la cultura popular de buena parte del mundo, y es un fenómeno probablemente irrepetible entre la niñez. Lo fue, lo sigue siendo y lo seguirá siendo. También, por supuesto, podemos aprender muchas cosas de su historia de publicación, y aquí abordamos una de ellas.
Al lío.
TODO CUENTA UNA HISTORIA
J.K. Rowling es la prueba viviente de que los rechazos pueden ser el trampolín hacia el éxito, siempre y cuando no te dediques a lamentarte demasiado (o al menos, no por mucho tiempo). Antes de que Harry Potter se convirtiera en el fenómeno mundial que conocemos, fue rechazado por una docena de editoriales. Sí, docena, como los huevos que compras en el supermercado, pero mucho menos gratificante.
Rowling había terminado de escribir Harry Potter y la piedra filosofal mientras enfrentaba dificultades personales: era madre soltera, desempleada, y vivía de la asistencia social. Cuando envió su manuscrito, las editoriales lo rechazaron una tras otra, con una mezcla de excusas que probablemente incluían desde “los niños no van a leer algo tan largo” hasta “la magia ya no vende”. Pero, en lugar de guardar su libro en un cajón y dedicarse a algo más seguro, como la jardinería o la cría de hámsters, Rowling persistió. Y menos mal que lo hizo.
Eventualmente, Bloomsbury decidió darle una oportunidad, pero incluso entonces, el editor sugirió que Rowling consiguiera un trabajo porque “no iba a ganar dinero escribiendo libros para niños”. No fue exactamente un voto de confianza, pero fue suficiente. Lo demás es historia: Harry Potter se convirtió en una de las franquicias literarias más exitosas de todos los tiempos, y J.K. Rowling, en una de las autoras más influyentes del siglo XXI.
Quédate con: La próxima vez que recibas un rechazo, recuerda a Rowling y su saga mágica. Quizá el fracaso no sea el final de tu historia, sino simplemente el capítulo que necesitas para llegar al éxito. Y si alguien te dice que no vas a ganar dinero escribiendo, bueno, siempre puedes apuntarles con una varita (de juguete, por supuesto) y seguir adelante.
CONCURSOS LITERARIOS VIGENTES
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SI A ELLOS LES PASÓ, ¿PUES A NOSOTROS..?
El contrato que se escapó de Mark Twain: Mark Twain, uno de los autores más ingeniosos y sardónicos de su tiempo, podría haber sido también uno de los más ricos, si tan solo hubiera patentado la máquina de componer que inventó. Sin embargo, se contentó con la idea, y cuando otros la hicieron suya, perdió una fortuna. Por si fuera poco, invirtió en una impresora automática que nunca funcionó y que casi lo lleva a la bancarrota.
Quédate con: La próxima vez que te sientas mal por no haber aprovechado una buena oportunidad, recuerda que incluso los grandes como Twain tuvieron sus días de “esto no puede fallar” seguidos de “oh, vaya, falló”. Al menos puedes consolarte sabiendo que no estás solo en esto de las malas decisiones financieras.
¡Felices letras!